La primera actividad económica significativa bajo el régimen colonial español fue la minería del oro. Entre 1511 y 1521, las fundiciones de oro en la isla producían más de 100,000 pesos de oro anuales. La Corona cobraba el quinto real, equivalente al 20% de las ganancias de la extracción de oro.
Sin embargo, en la década de 1540, el oro comenzó a agotarse, marcando el fin de la era aurífera.