La Transición es la evolución gradual desde la Dictadura (muerte de Franco en 1975) hasta la consolidación de la democracia (victoria electoral del PSOE en 1982). Varios factores reflejan este cambio: la modernización de las estructuras económicas y sociales acercándose, España, a Europa Occidental (no modernizado el sistema político), crecimiento de las clases urbanas (mentalidad más abierta que buscan llegar a un sistema democrático), tendencia democrática entre los grupos sociales (el movimiento obrero renuncia a su carácter revolucionario (búsqueda del bienestar económico y negociación dentro del capitalismo) y las nuevas elites económicas sin el deseo por reprimir el movimiento obrero (integración en Europa y en el capitalismo internacional siendo esencial la evolución democrática). El rey Juan Carlos I, quien solo conseguiría consolidar la institución monárquica si impulsaba la evolución democrática (sistema dictatorial, desprestigió de la Monarquía). Ante los cambios, se dieron tres posiciones: Los continuistas quienes se mantienen fieles a Franco y se oponen a cualquier reforma (minoría social con gran peso en las Fuerzas Armadas y los servicios de Seguridad). Los reformistas que defienden una reforma para llegar a una democracia controlada (asegurar el control del poder por una derecha moderada y élites económicas) que recibe el apoyo de la clase política franquista, altos cargos Administración, etc (destacan el rey y Adolfo Suárez). Los rupturistas, apoyan la ruptura con el franquismo para formar un Gobierno Provisional (legalización de los partidos) y convoque elecciones a Cortes Constituyentes. Apoyo de la mayor parte de la sociedad (miedo a poner en peligro el bienestar política, a una nueva guerra civil que limita la posibilidad de ruptura).
Tras ser proclamado Juan Carlos I como rey de España, impone a Arias Navarro (incluye a algunos ministros reformistas) como presidente del Gobierno dando inicio al continuismo aperturista de este (1975-1976). Realiza un tímido aperturismo (mayor tolerancia hacia la oposición y proyecto de asociaciones política), sin embargo, será un fracaso: la apertura política es un maquillaje del franquismo, crece la conflictividad social ante la crisis económica (huelgas y manifestaciones que afectan a áreas industriales junto a la unión de reivindicaciones políticas). Se produjo un aumento de la represión (víctimas mortales) como, por ejemplo, en los sucesos de Vitoria y los sucesos de Montejurra (pistoleros carlistas de ultraderecha asesinan a carlistas de izquierdas). Por último, ante la dureza de la represión, las dos plataformas de la oposición se unen en un órgano común, Coordinación Democrática (popularmente conocido como la Platajunta). El gobierno de Arias se encuentra desprestigiado y dimite en julio (desconfianza del rey que ve su trono peligrar).
Después de esto, nombra a Adolfo Suárez como presidente (julio-diciembre de 1976). Impulsa reformas y un cambio de disposición: decreto de amnistía para los presos políticos, uso de un nuevo lenguaje (soberanía popular, libertades, etc), contacto con la oposición política (intento de convencerles sobre las bondades de la reforma política) aunque deja claro que las reformas sería regidas por él y no aceptaría las siguientes reivindicaciones de la oposición: cuestionamiento de la Monarquía (consulta al pueblo para una elección entre Monarquía y República), la formación de una Gobierno de Concentración (participación de todas las fuerzas políticas que significa la imparcialidad de Televisión y medios ante las próximas elecciones) y la elaboración de una ley electoral que fueran representativas de la voluntad popular. El proyecto reformista queda plasmado en la Ley para la Reforma Política (reconocimiento del principio de soberanía popular) que manifestaba la creación de Cortes bicamerales (elección por sufragio universal aunque el rey puede designar a parte de los senadores) que asumen el poder legislativo y pueden iniciar la reforma de la Leyes Fundamentales (llegar a la democracia controlada). El problema es que para entrar en vigor debía ser aceptada por las Cortes franquistas (posible rechazo continuista). Suárez impuso en plan de persuasión que consiguió convencer a la mayoría. Asimismo, habló con el Ejército (promesa de no legalizar el PCE). Se aprueba la Ley en las Cortes (harakiri de las Cortes franquistas). Tras ello, debe ser aprobada por un referéndum por los españoles (propaganda del gobierno para el voto del sí, mientras que los continuistas hacen los posible por el no). La oposición no apoyaba el no ni tampoco el control exclusivo de la reforma por Suárez (defensa abstención). Se produjo un triunfo del sí en el referéndum (15 de diciembre de 1976) hacia la reforma de Adolfo Suárez (derrota de continuistas y rupturistas).
De camino a la democracia se producen varios problemas (diciembre 1976 – junio 1977): la amenaza terrorista (extrema izquierda y extrema derecha) y los atentados de ETA y GRAPO contra el Ejército (acusación al gobierno de débil y traidor por los continuistas). Destaca la matanza de Atocha (enero de 1977) en la que pistoleros de ultraderecha matan a abogados laboralistas comunistas (permiso del gobierno al PCE para realizar un multitudinario entierro). La legalización de los partidos políticos (PCE). Contra la voluntad militar se trata (solicitud del mismo) de legalizar el PCE (defensa de la democracia y pluralismo en sus estatutos), es decir, hacer elecciones sin ellos, quita le credibilidad democrática. En abril (sábado santo rojo), se legaliza a cambio de la aceptación de la bandera monárquica y moderación de su lenguaje (sentimiento de traición por los militares). Se disuelve el Movimiento Nacional, se legalizan los sindicatos y se aceleran el regreso de exilados políticos. Juan de Borbón realiza una renuncia oficial de sus derechos dinásticos a su hijo (legitimidad dinástica). Las elecciones de junio de 1977 (primeras libres desde 1936) ayudan a perfilar los partidos: en la derecha, Alianza Popular fundada por Manuel Fraga (franquismo sociológico), en el centro-derecha, Unión de Centro Democrático creado por Adolfo Suárez (reformista y oposición moderada), en el centro-izquierda destaca el PSOE con Felipe González. Por último, la izquierda con PCE de Santiago Carillo (rotura imagen revolucionaria con lenguaje conciliador). El partido más vota (sin mayoría absoluta) fue UCD seguido del PSOE. PCE y AP obtienen un reducido apoyo (más apoyo partidos moderados por la sociedad). En Cataluña y País Vasco, los partidos nacionalistas (Convergencia Democrática de Cataluña y PNV) tienen un gran apoyo. En resumen, el apoyo a la oposición fue mayor, sin embargo, la Ley Electoral beneficia a las zonas rurales y a la derecha (mayoría en Cortes).
A pesar de que la intención de las elecciones era reformas las Leyes Fundamentales franquistas, los partidos de izquierdas y nacionalistas pidieron la redacción de un texto constitucional (Constitución de 1978). Este proceso se baso en el consenso y se plasma en: Pacto de la Moncloa (crisis económica, gran inflación) en el que se acuerda la moderación salarial, al mismo tiempo, que un cambio de políticas sociales y la imposición de un impuesto de renta. La Ley de Amnistía (hasta el momento de la aprobación) que significaba la liberación de los presos de ETA, los afectados por delitos de sangre, la impunidad de los miembros de seguridad y del Estado franquista. La Constitución de 1978 (elaboración por 7 miembros que representaban todas las tendencias políticas (padres de la Constitución)). Establece: un estado social y democrático de derecho, una monarquía parlamentaria (rey es símbolo del Estado pero sin poderes), amplia declaración de derechos y deberes, establecimiento de la aconfesionalidad del Estado y la libertad religiosa (colaboración con la Iglesia Católica). Prohibición de la pena de muerta, reconocimiento de los derechos sociales y clara separación entre poderes: legislativo (Cortes bicamerales: Congreso de los Diputados (elegidos en cada provincia en función de su población) y Senado (como una cámara territorial con la elección de tres senadores casa por provincia y otros por los parlamentos autonómicos) sufragio universal), ejecutivo (Gobierno, el presidente es propuesto por el rey y aceptado por el C. de Diputados) y el judicial (Tribunales, contemplación del jurado y un Tribunal Constitucional). Se establece un Estado descentralizado (autonomía política de nacionalidades y regiones) con la creación de instituciones de autogobierno sobre las competencia que permita el gobierno central (idiomas cooficiales). Fue aprobada por las Cortes por todas las fuerzas a excepción de AP (disconforme por la descentralización autonómica) y el PNV (no derechos forales). El 6 de diciembre de 1978 es aprobado por el pueblo (reférendum). Solo en el P. Vasco las abstenciones y noes fueron mayores. Convocación de elecciones para elegir diputados y senadores dando pie a una nueva etapa.
En cuanto a la descentralización de España, se divide en dos etapas: en primer lugar, Las preautonomías (1977-1978) que consiste en la concesión de autonomías provisionales a aquellos que la solicitaran. En septiembre se instala de nuevo la Generalitat Catalana (presidente Josep Tarradellas que vuelve del exilio) tras una gran manifestación. En enero, se constituye la preautonomía vasca. Otras como Galia irán consiguiéndolo también. En segundo lugar, la creación definitiva de las comunidades autónomas (1978-1983). Tras la promulgación de la Constitución, se crean los regímenes autonómicos (aprobación estatutos de autonomía), que distingue entre comunidades históricas (reconocidas durante la II República (Galicia, Cataluña y País Vasco), acceso más rápido y mayor nivel de competencias) y el resto de ellas (vía lenta, a partir de 1981 y parlamentos en 1983). Siguiendo la vía rápida, se elaboran los primeros estatutos de autonomía en Cataluña y País Vasco (1980: elecciones para elegir los parlamentos autonómicos con la victoria de gobiernos nacionalistas (Cataluña con Jordi Pujol y País Vasco con Carlos Garaicoetxea). Galicia celebra las suyas en 1981, sin embargo, el problema llegó con Andalucía. Esta planteó el acceso a la autonomía por la rápida (comunidad histórica) pero el gobierno y la UCD se opuso. Finalmentecon el referéndum el 28 de febrero de 1980, se declaran a favor los andaluces de la vía rápida y se elige al parlamento al año siguiente. Por último, en lo referente a la amenaza terrorista, se dividen en tres grupos: el terrorismo de extrema-derecha de la mano de Guerrilleros de Cristo Rey o el Batallón Vasco Español (atentaban contra militante y grupos de izquierdas buscando la reacción e intervención, posterior del Estado. Posibles infiltrados en Estado), el terrorismo de la extrema-izquierda con FRAP o GRAPO (contra la Policía, Guardia Civil; denuncia del carácter moderado y reformista) y ETA (75% de las víctimas por terrorismo en la Transición, miembros del Ejército y fuerzas de seguridad) que trataba de conseguir un referéndum de autodeterminación del País Vasco (incluida Navarra). Los peores años (años del plomo) fueron de 1979 a 1980. Fomentó las críticas que calificaban al Estado de blando con el terrorismo y animaban al golpe militar para acabar con este (intento de golpe el 23 de febrero de 1981).
Tras la promulgación de la Constitución de 1978, se inicia un periodo hasta nuestros días que se diferencia en dos periodos: Gobiernos de UCD y fin de la Transición (1979-1982) marcado por la presidencia de Adolfo Suárez (1979-1981) y de Leopoldo Calvo-Sotelo (1981-1982). Por otro lado, la alternancia de gobiernos democráticos (1982-2018): Gobiernos de Felipe González (1982-1996), de José María Aznar (1996-2004), de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), de Mariano Rajoy (2011-2018) Gobiernos de Pedro Sánchez (2018- actualidad).
En marzo de 1979 fueron convocadas elecciones ganando, de nuevo, la UCD (sin mayoría absoluta), sin embargo, en las elecciones municipales la victoria fue de la izquierda. Se realizaron acuerdos entre el PSOE y PCE creando grandes ayuntamientos. El gobierno de Suárez tuvo nuevos problemas: fin del consenso con una dura oposición al PSOE, conspiraciones para dar un golpe de sectores descontentos apoyados en la ultraderecha. Son descubiertos en 1978 en la Operación Galaxia (penas leves a los golpistas por los tribunales militares). Aumento del terrorismo de ETA (deseo de golpe de Estado), distanciamiento con la Iglesia Católica por la Ley del divorcio, la división dentro de UCD (unos más cercanos a AP y otros al PSOE). Dimite en 1981.
Después de la dimisión, fue aprovechada la situación por aquellos sectores reaccionarios militares molestos (proceso autonómico y dureza del terrorismo). El rey propone a Calvo-Sotelo como presidente. La votación de esta candidatura es interrumpida por el coronel Tejero dirigiendo a guardias civilesque secuestra a los presentes y declara la formación de una nueva autoridad militar (ocupación de la televisión). Se declara el Estado de excepción en Valencia por el capitán general. El resto de capitanes generales no secundaron el golpe siendo fieles al Rey (entrega de los golpistas).
El Gobierno de Calvo-Sotelo supuso un giro conservador que se manifiesta en la entrada en la OTAN (en contra de la opinión pública y el PSOE que defienden el pacifismo) y la aprobación de la LOAPA (recurrida por el País Vasco y Cataluña) para ralentizar y regular el proceso autonómico del Estado. Como consecuencia de la división de la UCD, el presidente decide adelantar las elecciones a octubre de 1982 con una absoluta victoria del PSOE (AP recoge todos los votos de centro-derecha) y la UCD y el PCE, son minoritarios. El triunfo de la izquierda y la formación del gobierno socialista de Felipe González.
Desde 1982 hasta 1996, el PSOE ganará todas las elecciones (gobierno continuado). Su política se caracterizó por la moderación política (alejamiento de los postulados izquierdistas) con un fuerte espíritu reformista y de modernización siendo aceptado por los poderes fácticos (Ejército, Banca, etc). La moderación fue imposición de Felipe González y se conoce como felipismo. Los gobiernos socialistas se enfrentaron a varios problemas: la consolidación del Estado de Autonomías ya que para 1982 solo las comunidades históricas tenían gobiernos autonómicos. En 1983, se celebran elecciones para elegir los parlamentos autonómicos del resto de comunidades y cada vez se dan más competencias a estas (descentralización del Estado). El ingreso en la OTAN y CEE. El PSOE junto a la opinión pública se oponían a la entrada en la OTAN ya que suponía dejar de lado la neutralidad entrando en el bando de EE.UU. en plena Guerra Fría. PSOE promete someterlo a referéndum (retrasado hasta 1996) antes de las elecciones, sin embargo, luego cambió de opinión dado que la entrada en esta permitiría más facilidad para entrar en la CEE. Se desplegó una fuerte campaña de cambio de opinión hasta que hubiera un respaldo a la entrada en la OTAN. El 1 de enero de 1986 en la CEE. El ajuste económico (reconversión industrial) dado que nos encontrábamos en una crisis económica (alto paro en población activa), especialmente, estructural, marcada por sectores industriales de los 60 (siderurgia) obsoletos. Se centraron en la reconversión industrial con el cierre de empresas de sectores tradicionales (paralización económica de comarcas enteras). Sus efectos se cubrieron con: jubilaciones anticipadas, ayudas para la reindustrialización con sectores modernos (protestas y movimientos sociales). El terrorismo de ETA (Hipercorde Barcelona en 1987) que se trató de finalizar mediante: colaboración con Francia (refugio tras realizar los atentados de los terroristas), medidas de reinserción para aquellos dispuestos a dejar la violencia y acuerdos políticos de aislamiento para partidos que no condenarán los hechos (Pacto de Ajuria Enea). Las reformas de las fuerzas armadas (fin del golpismo) con: la sustitución por jubilación de altos mandos franquistas por generales jóvenes y fieles a la democracia, la subordinación del Ejército al poder civil y la profesionalización de este. La creación del Estado de bienestar (satisfacción de las necesidades básicas como derechos universales). Este sistema se basa en: el incremento de las pensiones mínimas y su generalización en aquellas sin rentas o ingresos, creación del Sistema Nacional de Salud (prestación sanitaria y universal), aumento de la educación pre-escolar y becas, secundaria obligatoria hasta los 16 años y prestaciones sociales por desempleo (mayor gasto público con el endeudamiento solucionado con la privatización de de parte de empresas públicas). Por último, el propio desgaste del PSOE dado que al no alcanza en las elecciones de 1993 la mayoría (apoyo en CiU y PNV) y otros motivos: huelga general (malestar laboral) dirigida por CC.OO. y UGT (moderación salarial y precariedad de empleo para darse el crecimiento económico), escándalos de corrupción (dimisión del vicepresidente Alfonso Guerra), descubrimiento de GAL (guerra sucia contra ETA), refundación de la AP, en Partido Popular (centrista) con José María Aznar como líder (nuevo mensaje alejado del franquista). Luego, en 1996 Felipe González convoca elecciones anticipadas produciéndose la victoria del PP sin mayoría absoluta(acuerdos con CiU y PNV).
El primer gobierno de Aznar (1996-2000) se caracterizó por: política económica más liberal (privatización de empresas públicas y reducción del gasto público) condicionada por el Plan de Convergencia que tiene como objetivo la entrada en la Unión Europea (moneda única en 2002), la eliminación del servicio militar obligatorio (acuerdo CiU) y consolidación de un Ejército profesional (misiones internacionales de paz apoyadas por la ONU) y el terrorismo de ETA dirigido hacia jueces, componentes del PP (Espíritu de Ermua, 1997: unión política para aislarla), aunque tratará más tarde de practicar (tregua) un nacionalismo moderado(vuelven a atentar en 2000). Las elecciones del 2000, son ganadas por mayoría por el PP (giro más conservador). Segundo gobierno de Aznar (2000-2004), el cambio fue muy notable en la política exterior (rotura del consenso con la UE y se alinea con EE.UU. presidido por Georges Bush. Apoyó la invasión a Irak en 2003 (condenada por la ONU y oleada de manifestaciones contra la guerra). Finalizada la legislatura, Aznar propone a Mariano Rajoy como candidato a la presidencia del gobierno por el PP, sin embargo, el 11 de marzo (en mitad de la campaña electoral) se produjeron unos atentados por Al-Qaeda (200 muertos y miles de heridos). El Gobierno los achacó a ETA (contra las evidencias, manipulación para que no se relacionará estos atentados con la Guerra de Irak). En este ambiente, se celebran las elecciones que dieron la vitoria al PSOE (José Luis Rodríguez Zapatero).
El nuevo gobierno se caracterizó por el impulso de las leyes civiles y sociales: Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres, Ley de Dependencia, aprobación del matrimonio homosexual, ley de plazos sobre interrupción voluntaria del embarazo, el apoyo del gobierno a la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña (aprobación por referéndum por la ciudadanía catalana), voluntad de conversaciones con ETA para su abandono de la violencia. En cuanto al exterior, retira las tropas de Irak (distanciamiento con EE.UU.). Como consecuencia, el PP se alinea con la Iglesia Católica y rechazan algunas leyes como la del aborto o el matrimonio homosexual, realiza una campaña (recogida de firmas) contra el nuevo Estatuto de Cataluña (lo recurre ante el Tribunal Constitucional), acusa al gobierno de negociar con ETA, hacer concesiones políticas. En 2008, vuelven a ganar aunque se comienza a notar (Gran Recesión mundial) el fin del crecimiento económico (cierre de empresas y alta tasa de paro). Se impone un duro programa de ajuste y recortes debido a las presiones de la UE y instituciones mundiales en 2010 (malestar social), al mismo tiempo que son declarado, algunos artículos del Estatuto de Autonomía de Cataluña, anticonstitucionales (TC) comienzo de la consideración de autonomismo y camino a la independencia. Un año después, se produce el movimiento del 15-M o de los indignados contra los recortes sociales (Puerta del Sol de Madrid, 15 de mayo) que se extiende a otras ciudades compuesto de los sectores populares molestos por las carencias democráticas y el sometimiento de los partidos a los intereses de los poderosos (modificación de la Constitución de 1978 por el PSOE y el PP, priorización del pago de deudas frente cualquier tipo de gasto). Se convocan elecciones anticipadas en diciembre de 2011 con una victoria de mayoría absoluta del PP (Mariano Rajoy). ETA anuncia el fin del la violencia (no pudo evitar la derrota electoral del PSOE).
En 1962, durante la España franquista, es la primera vez que se solicitó la integración en la CEE (no respuesta). Dos años después, se vuelve a intentar iniciándose las negociaciones que conllevan al “Acuerdo Comercialpreferencial” (1970). Con el gobierno de Adolfo Suárez (1977) se solicitó la plena integración en la CCE comenzando las negociaciones en 1979 (al mismo tiempo que Portugal). Fueron largas y complejas dado que coinciden con un periodo de crisis económica y las exigencias planteadas: apertura de la frontera de Gibraltar (pedido por Gran Bretaña) y la integración en la OTAN (por Alemania). En 1985, se permite el libre tránsito de personas y mercancías en Gibraltar. En cuanto a la entrada en la OTAN, la UCD lo había aprobado en 1982. Cuando el PSOE llegó al poder, convoca referéndum (1986) y hizo un campaña a favor de la entrada (muy relacionada con la adhesión a la CEE). Se acuerda el sí (decepción para muchos votantes). España y Portugal tenían un grado de desarrollo inferior al europeo. El 12 de junio de 1985 se firma en Madrid el “Tratado y el Acta de Adhesión a las Comunidades Europeas” y que entró en vigor el 1 de enero de 1986. La entrada en la CEE fue recibida con satisfacción por la opinión pública a pesar de los grandes retos que significaba dado que la economía española se había desarrollado siempre por una política proteccionista (elevados aranceles). Se debían adaptar al nuevo marco de relaciones económicas (librecambismo).
La integración fue gradual mediante un periodo transitorio. Se disminuyen los aranceles, al mismo tiempo, los sectores económicos tuvieron que realizar grandes sacrificios para llegar a una producción competitiva con los otros países comunitarios. Supuso la pérdida de muchos puestos de trabajo, el desmantelamiento y disminución de algunos sectores (pesca, agricultura, siderúrgica). Lo positivo fue la apertura del mercado de los productos españoles a millones de personas de elevada capacidad adquisitiva. Los miembros de la CEE aceleran el proceso de la construcción europea. El Acta Única Europea (1986) permite el establecimiento de un verdadero mercado interior sin fronteras facilitando la libre circulación de mercancías, personas, servicios, etc. Se aprueban los fondos estructurales (estabilidad) que son traspaso de rentas de países económicamente poderosos al menos desarrollados de la CEE (España).
Con el “Tratado de la Unión Europea” o el tratado de Maastrchit (1992) se fija la adopción de una política económica común y una moneda europea. Para acceder a esta, se tenía que cumplir una serie de condiciones como el control de la inflación y del déficit público que llevaron a duras políticas presupuestarias (recortes del gasto educativo, disminución de pensiones, etc). En 1992, se inicia un “Programa de Convergencia” muy optimista, sin embargo, debido a la crisis económica se tuvo que realizar dos años después un “Programa de Actualización” mucho más realista. A partir de 1996, el gobierno del PP da prioridad al cumplimiento de los criterios para acceder a la moneda única y lleva a cabo distintos planes para alcanzar la convergencia real en renta y empleo. Será en 1999 cuando se acceda a la moneda única europea aunque entraría definitivamente el 1 de enero de 2002. Al evitarse los cambios de moneda, los costes en el comercio europeo fueron menores, sin embargo, la tendencia a igualar los precios en todos los países levó a un aumento de la inflación en los menos competitivos (España). Además de imponerse el euro, la integración en la UE supuso: la libre circulación de personas, mercancías y capitales entre los países que la componen, el impulso tecnológico de las empresas españolas (más competitivas) y de las extranjeras instaladas aquí, el principio de solidaridad y cohesión entre los países más pobres y los ricos (fondos europeos) siendo España un país receptor (actualmente contribuidor completamente integrada en la UE).
Aunque durante las últimas décadas los distintos gobiernos democráticos españoles han considerado prioritario la integración en Europa, la consolidación democrática trajo consigo nuevas líneas de actuación en el panorama internacional. En los primeros años de la transición, España tenía tantas cuestiones internas que resolver que se desentendió de la política exterior, por ese motivo, además de la solicitud de entrada en la CEE, sólo estableció relaciones diplomáticas con los países del Este. Pero una vez establecido los distintos gobiernos se ocuparon de las relaciones con todos los países del mundo.
La vinculación con sus socios militares (OTAN) y económicos (CEE) la llevaron a participar en la guerra del Golfo (1990) o en el envió de tropas a Bosnia. En Iberoamérica se apoyaron los procesos de democratización y se impulsó una política de cooperación y solidaridad, fundamentalmente durante la etapa de gobierno socialista (1982-1996). Se institucionalizó la Comunidad Iberoamericana de Naciones que celebrará Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno anuales. Pero a partir de 1996 y con los gobiernos del PP, España se convirtió en uno de los mayores inversores en Iberoamérica, principalmente en telecomunicaciones, energía y banca. Fueron perdiendo importancia las Cumbres. En el Mediterráneo, se establecieron relaciones diplomáticas en Israel (1986) y se buscó la pacificación de la zona lo que culminó con la Conferencia de Paz sobre el Oriente próximo en 1991. Y se intentó fortalecer las relaciones con Marruecos, no se reconoció a la República Saharaui pero tampoco se cuestionó la soberanía de Ceuta y Melilla. Aunque las relaciones con Marruecos, actualmente han mejorado siguen pasando por distintos altibajos. Tampoco se ha avanzado en el asunto de Gibraltar. Durante el gobierno del PP se apostó por una política de seguridad y defensa, a la vez que se fortalecieron las relaciones con los EEUU. A partir de 2001 la orientación pronorteamericana se impone a la política europeísta produciéndose un distanciamiento de Francia y Alemania. España participa en las operaciones militares de Afganistán e Irak (2002 y 2003). El centro de la nueva política pasó a ser la lucha contra el terrorismo internacional.
Los atentados de la estación de Atocha días antes de las elecciones, de los que se consideró responsable al gobierno por su participación en la guerra de Irak, provocaron el cambio del voto de muchos españoles, lo que supuso la formación de un nuevo gobierno socialista liderado por Rodríguez Zapatero (marzo de 2004).