Función motora: mecanismo de acción de la contracción muscular cuando se recibe un Potencial de acción
Cuando un potencial de acción llega a la terminación nerviosa en un músculo, se libera acetilcolina, un neurotransmisor, en la hendidura sináptica entre la neurona y la fibra muscular. La acetilcolina se une a los receptores de acetilcolina en la membrana de la fibra muscular, lo que desencadena la apertura de canales de iones de sodio en la membrana celular.
La entrada de iones de sodio en la célula provoca una despolarización de la membrana celular, lo que activa la liberación de calcio desde el retículo sarcoplásmico en el músculo. El calcio se une a la troponina en el complejo proteico de actina-miosina, lo que desencadena un cambio conformacional que expone los sitios de unión de la actina a la miosina.
La miosina se une a la actina, formando un complejo de actina-miosina, y el ATP se hidroliza para proporcionar energía para el movimiento de la cabeza de la miosina, lo que provoca la contracción muscular. El proceso se repite varias veces, lo que lleva a la contracción muscular.
En resumen, la función motora implica la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, lo que desencadena la entrada de iones de sodio en la célula muscular y la liberación de calcio del retículo sarcoplásmico. La unión de la miosina a la actina y la hidrólisis del ATP proporcionan la energía necesaria para la contracción muscular.
Cuando un potencial de acción llega a la terminación nerviosa en un músculo, se libera acetilcolina, un neurotransmisor, en la hendidura sináptica entre la neurona y la fibra muscular. La acetilcolina se une a los receptores de acetilcolina en la membrana de la fibra muscular, lo que desencadena la apertura de canales de iones de sodio en la membrana celular.
La entrada de iones de sodio en la célula provoca una despolarización de la membrana celular, lo que activa la liberación de calcio desde el retículo sarcoplásmico en el músculo. El calcio se une a la troponina en el complejo proteico de actina-miosina, lo que desencadena un cambio conformacional que expone los sitios de unión de la actina a la miosina.
La miosina se une a la actina, formando un complejo de actina-miosina, y el ATP se hidroliza para proporcionar energía para el movimiento de la cabeza de la miosina, lo que provoca la contracción muscular. El proceso se repite varias veces, lo que lleva a la contracción muscular.
En resumen, la función motora implica la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, lo que desencadena la entrada de iones de sodio en la célula muscular y la liberación de calcio del retículo sarcoplásmico. La unión de la miosina a la actina y la hidrólisis del ATP proporcionan la energía necesaria para la contracción muscular.