Teoría y función del arte. Análisis e interpretación de la obra de arte.
Introducción
No existe una definición universalmente válida de arte applicable a todas las manifestaciones artísticas.
La sociedad se expresa a través del arte, siendo la obra de arte el producto más elaborado de la sociedad que la crea.
El arte es una forma alternativa de comunicación que permite al ser humano expresar emociones y plasmar realidades sociales, políticas y culturales.
El estudio del arte permite comprender su función en la sociedad y analizar e interpretar la forma y el contenido de las manifestaciones artísticas.
Teoría del Arte
El Concepto de Arte
El consenso sobre qué es arte se fracturó con las vanguardias del siglo XX.
El arte conceptual eliminó el proceso de creación como elemento esencial.
No existe una definición válida y universal de arte debido a la diversidad de etapas, estilos, opciones, géneros y tendencias a lo largo del tiempo.
Las definiciones históricas de arte se corresponden con las propuestas plásticas de cada momento.
El arte se concibe como la facultad de producir una emoción de tipo estético en el espectador.
La mayoría de las propuestas teóricas incluyen tres elementos en la definición del arte:
El ser humano: sujeto activo (creador) y pasivo (receptor).
La civilización: el arte como parte de la vida cultural de un grupo.
La naturaleza: el artista interpreta y crea, no solo copia y reproduce la naturaleza.
Platón (s. IV-V a.C.) definía el arte como el idioma que todas las naciones pueden comprender.
La Historia del Arte como Disciplina
Johann Joachim Winckelmann (1717-1768) sentó las bases de la historia del arte como disciplina con su obra Historia del arte en la Antigüedad (1764).
Winckelmann propuso un análisis de las obras en lugar de biografías de artistas, marcando una revisión historiográfica.
En el siglo XVIII surgieron la estética, la historia del arte y la crítica de arte como disciplinas en torno al arte.
La historia del arte analiza e interpreta las obras artísticas en relación con las épocas anteriores y sucesivas.
Estudia la evolución de las sociedades humanas a través de sus producciones artísticas.
La periodización por estilos (románico, gótico, Renacimiento, manierismo, Barroco, rococó, Neoclasicismo, Romanticismo) amplía la comprensión de la división por épocas.
Los grandes estilos culminan en el siglo XIX con el realismo, dando paso a los "ismos" (impresionismo, simbolismo, expresionismo, fauvismo, etc.).
Función del Arte
Función del Arte a lo Largo de la Historia
La funcionalidad del arte ha evolucionado paralelamente a la concepción del arte y del artista.
El arte abarca la satisfacción de necesidades humanas y espirituales, aunque a veces la funcionalidad ha sido suprimida por el "arte por el arte".
Las funciones del arte han sido múltiples y cambiantes: mágico-religiosas, espirituales, ideológicas, didácticas, conmemorativas, estéticas, mercantiles, reivindicativas, conceptuales, etc.
Hugh Honour y John Fleming resumen las funciones esenciales del arte en dos grandes aportaciones:
Estudiar la evolución de las sociedades humanas: el arte permite conocer aspectos económicos, sociales, culturales y políticos.
Formar estéticamente al contemplador de la obra de arte: el arte como instrumento clave para la educación perceptiva del espectador.
En la prehistoria, se acepta un componente simbólico-religioso relacionado con el sistema de creencias de las sociedades (rituales chamánicos, cultos a la fertilidad, magia propiciatoria, etc.).
En la antigua Grecia, el arte comprendía poesía, música y oficios manuales, distinguiendo entre artes creativas e imitativas.
El utilitarismo de Roma dio paso a un arte con un componente didáctico y un marcado sentido religioso y simbólico.
En la Edad Media, Tomás de Aquino no creía que pudiese existir un arte moralmente bueno o malo, ya que la moral se encuentra en el contemplador de la obra.
En la Edad Moderna, el humanismo produjo una nueva interpretación del objeto artístico, cambiando las técnicas y la figura del artista.
El siglo XVIII estuvo marcado por las ideas de la Ilustración y la razón, entendiendo el arte como un campo de experimentación para el desarrollo de nuevas ideas filosóficas y sociopolíticas.
El siglo XIX continuó la senda del pensamiento ilustrado, con el florecimiento del romanticismo y el desarrollo industrial y tecnológico.
Immanuel Kant distinguió entre el gusto (facultad de juzgar lo bello) y el genio (facultad de crear), justificando el “arte por el arte”.
Friedrich Schiller destacó la influencia del arte como el mejor educador del ser humano y factor de su liberación.
Hegel distinguió entre la belleza natural (producto inconsciente) y la belleza artística (producto consciente).
Ernst Fischer teorizó acerca de la verdadera función del arte en su obra De la necesidad del arte (1959), argumentando que el arte permite comprender la realidad y el mundo que nos rodea.
Las nuevas tecnologías han tenido un alto impacto en la creación, difusión y función del arte en los últimos años, dando lugar al arte digital.
Jordi Claramonte comenta que la adaptación del arte a la era digital es una cuestión de supervivencia para el artista.
Ernst Fisher vaticinó que el arte no solo ha sido necesario en el pasado, sino que lo será siempre.
El Palacio y el Templo a Través de los Tiempos
El palacio y el templo son las dos grandes tipologías arquitectónicas de la historia del arte.
La construcción de palacios en las primeras civilizaciones era testimonio de poder político y económico.
En Roma, la proclamación del Imperio multiplicó las estructuras palaciegas.
La tradición palaciega clásica continuó en los palacios bizantinos.
En el mundo islámico, la arquitectura palaciega aúna funciones residenciales y administrativas.
Con el Renacimiento se recuperó el modelo de palacio como residencia urbana.
La religión fue el primer catalizador político en la formación de las primeras sociedades urbanas.
El templo, en Mesopotamia (zigurat), era el centro de la organización económica, política y religiosa.
El templo griego era de dimensiones más reducidas que los orientales, al ser la morada de una divinidad.
La arquitectura religiosa cristiana mantuvo el modelo basilical desde época románica.
En el mundo islámico, la mezquita es el lugar de reunión de la comunidad musulmana.
El ideal del Renacimiento se basa en el templo de planta centrada, reflejo de la perfección.
El Concilio Vaticano II (1962-1965) introdujo una nueva mentalidad en la arquitectura religiosa, buscando innovar y romper con la tradición.
El Urbanismo. El Edificio Civil, Ciudades y Mercados
El urbanismo y la arquitectura civil han jugado un papel fundamental en la historia del arte.
El urbanismo comenzó a desarrollarse en Grecia, especialmente durante la etapa helenística, con el plano hipodámico.
La arquitectura romana se tradujo en un espectacular desarrollo de las obras públicas: cloacas, puentes, acueductos, calzadas, etc.
En el románico europeo hubo un declive del urbanismo, no así en las ciudades musulmanas.
El urbanismo islámico carece de ordenación y su crecimiento se produce de forma irregular.
El renacimiento urbano, característico de la Baja Edad Media europea, trajo consigo un desarrollo de la arquitectura civil gótica.
Durante el Renacimiento, la ciudad pasó a diseñarse “a la medida del hombre”.
Con la Revolución Industrial del siglo XIX surgió un nuevo modelo urbano: la ciudad industrial, con segregación entre barrios burgueses y obreros.
La Revolución Industrial transformó la arquitectura al permitir el empleo de nuevos materiales como el hierro, el acero y el cristal.
A principios del siglo XX, Le Corbusier formuló la Teoría de las siete V y redactó la Carta de Atenas (1941).
La ciudad del siglo XXI es una ciudad posindustrial que responde a un nuevo modelo urbano: la ciudad dispersa.
Los Dioses, las Creencias y sus Cultos. Ideas y Narraciones. La Abstracción
La espiritualidad y el mundo de las creencias marcaron la pauta hasta el fin de la Edad Media.
La nueva concepción antropocéntrica del Renacimiento permitió un mayor desarrollo de los temas profanos.
El Barroco trajo consigo una mayor diversidad en la temática artística, buscando la exaltación de la Iglesia de Roma y de la fe católica.
La pintura mitológica cumplió la función de ensalzar a la monarquía.
La narración figurativa ejerció su dominio hasta el siglo XIX, buscando la representación veraz de la realidad visible.
La invención de la fotografía restó vigor a la pintura figurativa, al conseguir la máxima expresión del realismo.
Desde los primeros movimientos de vanguardia hasta tendencias más avanzadas como el cubismo, el expresionismo o el fauvismo se fueron explorando nuevas formas de plasmar la realidad.
Wasily Kandinsky alcanzó la más pura abstracción a principios del siglo XX.
La abstracción reduce la representación a las cuestiones puramente formales, desplazando la importancia del contenido para centrarse en lo plástico.
En el siglo XXI, la producción artística ha seguido una evolución similar de autoexploración, supeditada a la irrupción masiva de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Promotores y Artistas. Valoración Social del Arte a lo Largo de los Siglos
La consideración del arte y del artista ha adquirido una dimensión social diferente en cada etapa de la historia del arte.
La cultura grecorromana establecía una clara división entre artes nobles y artesanía, valorando más las manifestaciones artísticas intelectuales.
El artista medieval era un trabajador gremial anónimo supeditado al cliente, careciendo de libertad.
En la Edad Moderna, el arte empieza a valorarse como una actividad noble de carácter intelectual, surgiendo la figura del genio polifacético.
En el Barroco, el artista estaba sometido a la voluntad de sus promotores (Iglesia y monarquía), que empleaban el arte como propaganda.
Con la llegada del academicismo, en el siglo XVIII, el arte empezó a entenderse como algo que podía incluso enseñarse.
Con el arte contemporáneo, el artista alcanza su verdadera independencia, iniciando una situación de rebeldía.
El Destinatario y la Visibilidad del Arte a lo Largo del Tiempo. El Cliente, El Fiel, El Público, El Espectador
El arte establece una relación dialéctica con el receptor, que puede ser de muy diverso tipo.
El contexto histórico es esencial a la hora de comprender el papel jugado por clientes, promotores, mecenas o espectadores.
En la Roma imperial, ya existía una cierta conciencia patrimonial, aunque con una intención fundamentalmente propagandística.
En los siglos medievales, comitente y receptor no siempre son figuras diferenciadas.
Con el afianzamiento de la clase burguesa, el nuevo patriciado urbano burgués se erigió como el principal mecenas de las artes.
Durante el Barroco, los grandes estamentos de poder otorgaron a súbditos y fieles un papel protagonista como receptores de las producciones artísticas.
Con la caída del Antiguo Régimen y la instauración de nuevos modelos sociales, el arte transformó su sistema tradicional de relaciones para convertirse en un acontecimiento cívico.
El fenómeno de la musealización ha alcanzado un desarrollo insospechado, transformando la forma de ver y entender el arte.
Perspectivas de Género en el Arte: Evolución Histórica y Contribución Femenina
La reivindicación del papel de la mujer en el arte se despliega en tres etapas significativas: tras la Segunda Guerra Mundial, iniciada en 1971 por Linda Nochlin, y desarrollada actualmente.
La presencia de la mujer en las obras artísticas a lo largo de la historia ha sido innegable, aunque su visibilidad en los museos no siempre refleje su rica contribución al mundo del arte.
La representación de la mujer a través de las distintas épocas revela no solo la evolución de estilos y técnicas, sino también los cambios en la percepción de la feminidad y su papel en la sociedad.
En cuanto a la contribución de las mujeres como artistas, la obra Una historia del arte sin hombres (2022) de Katy Hessel destaca su importancia, desafiando percepciones tradicionales desde el Renacimiento.
A lo largo de la historia, las mujeres artistas se han enfrentado a exclusiones y desigualdades, aunque algunas figuras notables desafiaron estas normas.
En la actualidad se destaca la necesidad de una nueva historia del arte que celebre su diversidad, liberándola de las limitaciones de género.
El Patrimonio Histórico Artístico. Cartas del Restauro y Teorías de Conservación y Restauración
Existen diversas expresiones para referirse al producto cultural: patrimonio histórico artístico, patrimonio cultural o bien cultural.
El término patrimonio histórico artístico es el más antiguo y restrictivo, mientras que patrimonio cultural es el más amplio.
Bien cultural es la expresión más utilizada en los últimos años, refiriéndose a ese carácter no necesariamente tangible.
La UNESCO afirmó en la Convención de 1970 “que los bienes culturales son uno de los elementos fundamentales de la civilización y de la cultura de los pueblos”.
La Convención de la UNESCO de 1954, celebrada en La Haya, estableció las categorías de bienes culturales en tres grupos fundamentales.
Pese a esos acuerdos internacionales, persiste un debate sobre la restitución de bienes artísticos expoliados o robados a sus lugares de origen.
La preservación del patrimonio consiste en la conservación y tutela de obras de arte.
Viollet-le-duc inició un proceso de restauración en el que pretendía acercarse lo más posible al estilo de su época de construcción.
En una postura totalmente antagónica se encontraba el pensamiento conservador de John Ruskin, para quien la obra de arte es algo místico que hay que respetar.
El conciliador intervencionista de las corrientes anteriores fue Camillo Boito, quien fijó su criterio en respetar el principio de honradez y respeto por lo auténtico.
Se han establecido acuerdos internacionales con el objetivo de unificar los criterios para la conservación, intervención y restauración de los bienes culturales, como las Cartas del Restauro.
Análisis e Interpretación de la Obra de Arte
¿Qué Analizamos e Interpretamos en una Obra de Arte?
El arte como globalidad es el resultado de la suma de objetos artísticos que, con la diversidad de formas, materiales y estilos, se han ido produciendo a lo largo de la historia.
Cada estilo, cada artista y cada obra exigen una definición puntual, y no es posible someter el arte a unas leyes interpretativas únicas.
Las obras de arte constituyen un fenómeno complejo, de significados múltiples y cambiantes.
Se trata de analizar las formas y colores de la pintura, el volumen de una escultura, los componentes arquitectónicos, o la idea espacial de un edificio con palabras.
En toda obra de arte se distinguen dos elementos fundamentales que deben analizarse e interpretarse: una forma y un contenido.
La forma artística hace referencia a su apariencia externa.
El contenido de una obra de arte hace referencia al fondo o esencia de dicha obra.
El Análisis de la Forma de la Obra de Arte: El Concepto de Estilo
El análisis de la forma de la obra de arte nos adentra en el estudio evolutivo de los estilos artísticos.
El término estilo viene a significar, etimológicamente, la “letra” o el modo especial de escribir de un artista, de un grupo, de una región o de todo un periodo.
El punto de partida del concepto de estilo arranca de los estudios de Winckelmann sobre el arte griego.
Heinrich Wölfflin centró su preocupación en la evolución de los estilos artísticos, su nacimiento, madurez y decadencia.
Los tratadistas del siglo XIX establecieron una muy discutible división de los estilos en diferentes fases:
Fase arcaica: los artistas luchan por el dominio de la técnica y la creación de la forma artística.
Fase clásica: la forma artística alcanza el equilibrio y la perfección.
Fase manierista: inicio de la decadencia y ruptura de la forma de la época anterior.
Fase barroca: ruptura total con la clásica.
La Interpretación del Contenido de la Obra de Arte
Cuando se estudia el contenido de una obra de arte, nos adentramos en la interpretación del significado de esta.
Desde la teoría del arte se han venido planteando cuatro niveles diferenciados de interpretación: sociológico, psicológico, iconográfico e iconológico.
Nivel sociológico: estudia la sociedad en la que surge la obra y en la que vive el artista.
Nivel psicológico: la atención se centra en los aspectos de la personalidad del artista.
Nivel iconográfico: se encarga de la descripción y clasificación de las imágenes.
Nivel iconológico: implica un nivel mayor de razonamiento, profundidad y relación de ideas; supone una explicación simbólica de la imagen en un sentido cultural concreto.
El Comentario de la Obra de Arte: Arquitectura, Escultura y Pintura
El comentario de obras de arte debe partir del conocimiento de estas y de las circunstancias bajo las cuales las crearon sus autores o las impulsaron sus comitentes.
Durante este se realiza el análisis de la forma y la interpretación del contenido de la obra de arte.
Finalmente, se valora la existencia de antecedentes o influencias posteriores de la obra en la historia del arte.
En el comentario de una obra arquitectónica hay que tener en cuenta varios aspectos relacionados con la forma exclusivos de la arquitectura.
La escultura presenta una gran variedad de posibilidades formales que hay que abordar durante el comentario.
En el comentario de una obra pictórica debemos considerar otra serie de aspectos formales.
Didáctica de la Historia del Arte. Recursos Didácticos. Utilización de las TIC en la Enseñanza de la Historia del Arte
En España, la enseñanza de la Historia del Arte se ha visto perjudicada por la inestabilidad legislativa de las últimas décadas.
Como docentes, es nuestra labor favorecer el desarrollo de esta materia en las aulas abriendo las puertas a metodologías más innovadoras.
Además, la materia de Historia del Arte está sufriendo una revisión desde la perspectiva de género.
La complejidad de la tarea educativa actual exige disponer de buenos y variados materiales y recursos didácticos.
En un intento de hacer una clasificación de los recursos y materiales didácticos utilizados en la enseñanza de la Historia del Arte, se puede realizar una agrupación en las siguientes categorías: impresos, audiovisuales e informáticos.
En los últimos años, las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) han adquirido una gran importancia.
El uso de las TIC en la enseñanza de la Historia del Arte se concreta de diversas formas.
Además, existe una gran variedad de plataformas educativas donde se pueden crear aulas virtuales.
Conclusión
En este tema nos hemos acercado a una definición aproximada de lo que es el arte y del papel que desempeña en la sociedad.
Lo más curioso de todo es que, a pesar de las dificultades que surgen cuando se intenta definir el arte y cuando se intenta estudiar su función, el ser humano goza de la capacidad de apreciarlo, crearlo y diferenciarlo.
En este contexto, la reciente inclusión de la perspectiva de género en el arte emerge como un componente esencial, enriqueciendo nuestra apreciación del legado cultural con la experiencia femenina a lo largo de la historia del arte.
En este sentido, preservar el patrimonio artístico adquiere una dimensión aún más crucial, ya que implica no solo la memoria y vitalidad cultural, sino también la representatividad inclusiva de todas las experiencias humanas.