La energía tiene como propiedad fundamental que puede transformarse en otras. El ser humano ha aprendido a transformar todas estas formas de energía en energía eléctrica que llega a nuestros hogares, a las industrias, etc, a través de cables conductores. Esta electricidad se puede transformar en luz mediante lámparas, en calor mediante aparatos calefactores y en movimiento mediante motores.
De hecho, la energía es necesaria para que cualquier cosa funcione. Hay energía en todo aquello que cambia o produce cambios a su alrededor. En cualquier actividad que realicemos, nos es imprescindible y necesaria la energía en cualquiera de sus formas.
La energía está en continua transformación. Piensa en una bombilla: la energía eléctrica se transforma en energía luminosa y en energía calorífica. La energía química del motor de un coche se transforma en energía mecánica que posibilita que el motor se mueva y consecuentemente también el coche.
Si observas las habitaciones de tu hogar te darás cuenta de que la energía experimenta constantes transformaciones. Por ejemplo, parte de la energía eléctrica que utilizamos en nuestros hogares proviene de centrales hidroeléctricas. En ellas, la energía del movimiento del agua (energía cinética) se transforma en energía eléctrica. Cuando un artefacto eléctrico, como un televisor, se encuentra funcionando, la energía eléctrica que llega a este se transforma en energía lumínica, sonora e incluso térmica, así muchos ejemplos más.
La energía tiene como propiedad fundamental que puede transformarse en otras. El ser humano ha aprendido a transformar todas estas formas de energía en energía eléctrica que llega a nuestros hogares, a las industrias, etc, a través de cables conductores. Esta electricidad se puede transformar en luz mediante lámparas, en calor mediante aparatos calefactores y en movimiento mediante motores.
De hecho, la energía es necesaria para que cualquier cosa funcione. Hay energía en todo aquello que cambia o produce cambios a su alrededor. En cualquier actividad que realicemos, nos es imprescindible y necesaria la energía en cualquiera de sus formas.
La energía está en continua transformación. Piensa en una bombilla: la energía eléctrica se transforma en energía luminosa y en energía calorífica. La energía química del motor de un coche se transforma en energía mecánica que posibilita que el motor se mueva y consecuentemente también el coche.
Si observas las habitaciones de tu hogar te darás cuenta de que la energía experimenta constantes transformaciones. Por ejemplo, parte de la energía eléctrica que utilizamos en nuestros hogares proviene de centrales hidroeléctricas. En ellas, la energía del movimiento del agua (energía cinética) se transforma en energía eléctrica. Cuando un artefacto eléctrico, como un televisor, se encuentra funcionando, la energía eléctrica que llega a este se transforma en energía lumínica, sonora e incluso térmica, así muchos ejemplos más.