Gramáticas clásicas: Platón, Aristóteles, Panini, Alejandría, Nebrija.
Lingüística histórica (siglo XVIII): Estudia el cambio de las lenguas en el tiempo.
Gramática comparada (siglos XVIII-XIX): Relaciona lenguas por su origen común.
Neogramáticos (siglo XIX): Reglas del cambio lingüístico basadas en regularidades fonéticas.
Estructuralismo (Saussure): Lengua como sistema estructurado; distinción entre lengua y habla.
Escuelas europeas: Ginebra (Saussure), Copenhague (Hjelmslev), Praga (Jakobson).
Distribucionalismo (Bloomfield, EE.UU.): Lenguaje como respuesta a estímulos externos.
Mentalismo (Sapir, EE.UU.): Lenguaje ligado a procesos mentales.
Gramática generativa-transformacional (Chomsky):
Gramática universal: Reglas innatas del lenguaje.
Estructura profunda y superficial: Diferencia entre significado abstracto y forma concreta de la oración.
Funcionalismo (Jakobson, Halliday): Enfoque en la comunicación y función del lenguaje.
Pragmática y sociolingüística: Influencia del contexto en la interpretación del lenguaje.
Estructuralismo: Traducción basada en equivalencias funcionales.
Distribucionalismo: Análisis de patrones estructurales para traducción automática.
Funcionalismo: Traducción según la función comunicativa del texto.
Gramática generativa: Identificación de estructuras profundas para traducción más natural.
Universales absolutos: Características presentes en todas las lenguas (ej. existencia de vocales).
Universales relativos: Características compartidas por la mayoría de las lenguas, pero con excepciones.
Lenguas SVO (Sujeto-Verbo-Objeto) → Español, inglés.
Lenguas SOV (Sujeto-Objeto-Verbo) → Japonés, turco.
Lenguas VSO (Verbo-Sujeto-Objeto) → Irlandés, hebreo.
Lenguas aislantes: Palabras sin afijos, sin flexión (chino, vietnamita).
Lenguas aglutinantes: Afijos con significado independiente (turco, euskera).
Lenguas flexivas: Morfemas que combinan varias funciones gramaticales (español, latín).
Lenguas incorporantes: Palabras largas que incluyen múltiples significados (náhuatl, esquimal).