La formación del cerebro comienza antes del nacimiento y continúa hasta la adultez temprana (24 anos).
El cerebro se desarrolla como una ciudad formada por múltiples conexiones neuronales que actúan como caminos y carreteras.
Las conexiones se desarrollan gradualmente, uniendo diferentes zonas del cerebro.
A medida que el entorno brinda estímulos, los caminos neuronales se multiplican y se vuelven más veloces.
La energía y nutrientes del cerebro son limitados, lo que lleva a priorizar las conexiones más frecuentadas.
Con el tiempo, el cerebro elimina conexiones menos necesarias y refina las que se utilizan con más frecuencia.
El proceso de construcción de conexiones neuronales permite la aparición gradual de diversas habilidades durante el desarrollo.
Ejemplos de habilidades que emergen son: hablar, caminar y realizar acciones cotidianas.
La mayoría de los niños adquieren habilidades a edades similares, pero hay variaciones.
Algunos niños pueden presentar habilidades antes o después que sus pares, lo que puede ser reflejo de un desarrollo atípico en sus conexiones neuronales.
Estas diferencias afectan cómo perciben, procesan, sienten y responden al mundo.
Comprender estos "neuromundos" es un reto para los profesionales en el estudio del cerebro.
Es especialmente desafiante para cuidadores, padres y educadores de niños con neurodesarrollo atípico.