La economía es la disciplina que se encuentra asediada por el mayor número de sofismos.
Sofismos: argumento falso que pretende hacerse pasar por verdadero.
Esto es debido a que se encuentra afectada por la marcada presencia de intereses egoístas.
Aunque cada grupo tiene intereses similares a los de otros, también tiene intereses contrapuestos a los sectores restantes.
Aunque ciertas políticas benefician a todos, otras benefician a unos a expensas de los demás.
Otro factor que crea falacias económicas es la tendencia de los hombres a considerar exclusivamente las consecuencias inmediatas de una política, sin considerar los efectos a largo plazo sobre toda la comunidad.
El mal economista sólo ve lo que se advierte de un modo inmediato.
Puede reducirse la totalidad de la Economía a una lección única: El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores
Pero también ocurre el error contrario: no se debe considerar sólo los efectos remotos sobre toda la comunidad.
Demagogos y malos economistas presentan verdades a medias.
Aprovechan la pereza mental para no indagar sobre todas las repercusiones.