El hombre vive en grupos; es esencial para la condición humana.
Los niños requieren la figura materna para alimento, protección e instrucción.
La pertenencia a agrupamientos sociales ha sido clave para la supervivencia humana en sociedades primitivas.
Con la complejidad de las sociedades, se diferencian estructuras sociales.
La civilización moderna presenta dos requerimientos conflictivos: habilidades especializadas y adaptación a cambios socio-económicos.
La familia ha adaptado sus funciones como respuesta a las necesidades culturales.
Dos objetivos de la función familiar: protección psico-social (interno) y acomodación a la cultura (externo).
La sociedad industrial ha asumido funciones que antes eran familiares, como el cuidado de ancianos.
El trabajo de las mujeres se ha minimizado gracias a la tecnología.
Se crea conflicto en parejas con ambos trabajando fuera del hogar.
La familia enfrenta la transición cultural y debe adaptarse continuamente.
La función psicosocial de la familia ha crecido en importancia en tiempos de cambio.
La familia crea un sentido de identidad individual; da pertenencia y separación.
La socialización temprana define conductas y la identidad del niño.
La pertenencia a grupos familiares influye en cada individuo; el desarrollo de la identidad se da en interacción con subsistemas familiares y grupos extrafamiliares.
La estructura familiar se compone de demandas funcionales y pautas transaccionales.
Las interacciones definen la relación entre miembros de la familia.
Existen sistemas de coacción que regulan conductas: reglas universales y expectativas específicas.
La flexibilidad en pautas y límites es esencial para la adaptación familiar.
La familia responde constantemente a presiones internas y externas.
Puede enfrentar problemas de idiosincrasia, cambios de roles y tensiones durante transiciones.
Un terapeuta debe evaluar las estructuras familiares y su flexibilidad.
La intervención terapéutica debe adaptarse dependiendo de las dinámicas familiares y la naturaleza de los problemas.
Estructuras rígidas pueden llevar a disfuncionalidad.
La familia, como unidad adaptable, enfrenta desafíos continuos y debe cambiar para mantener la continuidad y la salud psicosocial.