El estoico es un hombre de voluntad, ama el esfuerzo y la dura tensión del alma.
"El camino de la virtud no es la ancha avenida de los cómodos, sino el estrecho sendero de los decididos."
La única virtud es la inteligencia, prudencia.
El estoico también es un hombre de carácter.
Se debe aceptar lo que es secuela del propio ser y del propio obrar.
El sabio jamás se arrepiente de su acción, jamás se echa atrás de su resolución tomada.
Las máximas posibilidades de una vida de acción se las ofrece al hombre la participación en la vida pública, en la política.
El estoico no se deja dominar por las pasiones.
Quien posee todas las virtudes y obra siempre rectamente, es verdaderamente inconmovible y verdaderamente feliz.