Socialismo - 32. La moral capitalista
Mientras no se consiga elevar el nivel moral del hombre, no se puede llevar el socialismo de ideas a la realidad.
El espíritu humano no puede resolver los problemas que el socialismo plantea a la razón.
La sociedad capitalista sería incapaz de llevar sus cuentas.
No pede calcular el rendimiento de cada uno de sus miembros, por lo que no puede calcular cuánto corresponde a cada quien.
Obrar razonablemente es sacrificar lo accesorio a lo esencial, en interés de la vida social.
La acción moral es la aceptación de estos sacrificios provisionales.
Ej., se acepta la pena del trabajo por no morir de hambre.
Al no distinguir entre sacrificio y renuncia, se llega a la conclusión absurda de que el sacrificio y la renuncia tienen valor moral.
El sufrimiento inherente al sacrificio, en vez de sacrificio, parece un elemento moral, cuando no lo es.
Se crea así un utilitarismo negativo: es moral un acto no porque es útil a su actor, sino porque es útil a los demás.
Si se funda un mundo ideal sobre esto, se desconoce al mundo y sus leyes.
La abnegación no tiene valor per se.
El hombre no es malo.
Mientras no se consiga elevar el nivel moral del hombre, no se puede llevar el socialismo de ideas a la realidad.
El espíritu humano no puede resolver los problemas que el socialismo plantea a la razón.
La sociedad capitalista sería incapaz de llevar sus cuentas.
No pede calcular el rendimiento de cada uno de sus miembros, por lo que no puede calcular cuánto corresponde a cada quien.
Obrar razonablemente es sacrificar lo accesorio a lo esencial, en interés de la vida social.
La acción moral es la aceptación de estos sacrificios provisionales.
Ej., se acepta la pena del trabajo por no morir de hambre.
Al no distinguir entre sacrificio y renuncia, se llega a la conclusión absurda de que el sacrificio y la renuncia tienen valor moral.
El sufrimiento inherente al sacrificio, en vez de sacrificio, parece un elemento moral, cuando no lo es.
Se crea así un utilitarismo negativo: es moral un acto no porque es útil a su actor, sino porque es útil a los demás.
Si se funda un mundo ideal sobre esto, se desconoce al mundo y sus leyes.
La abnegación no tiene valor per se.
El hombre no es malo.