Las plantas terrestres presentan estructuras para la sujeción al suelo, la toma de agua y minerales a través de las raíces, sistemas de conducción y distribución de compuestos, tejidos de sostén, protección contra la transpiración con epidermis, estomas y cutícula, superficies fotosintéticas amplias para captar la luz, impermeabilización de la superficie para evitar pérdidas de agua y aperturas para el intercambio gaseoso.